martes, 18 de enero de 2011

Recien pasado el día más triste del año. 17 de enero: "Blue Monday"

 Pues sí, de nuevo las Matemáticas pueden justificar si ayer lunes 17 de enero te sentías por los suelos:


  "En 2005  el investigador Cliff Arnal de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), obtuvó con una fórmula en la que combina el clima, el salario, el tiempo que ha pasado desde la Navidad y las deudas que el tercer lunes de cada año es el día más triste el mismo.
W, indica las condiciones meteorológicas, el D, las deudas contraidas en Navidad , T,  el tiempo desde que se acabaron las vacaciones y Q la próxima paga. También  tenía en cuenta otros factores como el hecho de no haber conseguido llevar a buen término los propósitos de Año Nuevo y tener bajos niveles de motivación." 

 Sería interesante conocer  cómo ponderaría este científico en la fórmula la crisis actual. 
Aunque más interesante aún es saber quién está detrás de ese estudio: una empresa de viajes "Sky Travel".

Y, si después de ese sugerido viaje,  es tu matrimonio el que no va bien, usa de nuevo las matemáticas como   un consejero matrimonial.

 El matemático James Murray asegura que con un simple modelo matemático elaborado junto a colegas de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha podido predecir tasas de divorcio con una precisión del 94 por ciento.

  • Para la mujer, la fórmula es: w(t+1)=a+r1*w(t)+ihw[h(t)], en la que: w=mujer, h=marido, t=tiempo, a=una constante que representa el estado de ánimo de la mujer cuando no está con su marido, r1*w(t)=representa cómo de fácil es cambiar su estado de ánimo cuando está hablando con su marido, ihw="función de la influencia", una medida de la influencia que el marido ejerce en la mujer, h(t)=puntuación del marido tras 15 minutos de conversación con ella, w(t+1)=reacción de la mujer tras la charla con el marido. Una vez introducidos los parámetros, cuanto más alto sea el número resultante más probabilidades tiene el matrimonio de divorciarse. 

  • En cuanto al marido, la ecuación es la siguiente: H(t+1)=b+r2*h(t)+iwh[w(t)], en la que b=constante que representa el estado de ánimo del marido cuando no está con su mujer, r2*h(t)=representa cómo de fácil es cambiar su estado de ánimo cuando está hablando con su esposa, iwh="función de la influencia", que mide la influencia que la mujer tiene sobre el marido, w(t)=puntuación de la mujer tras 15 minutos de conversación con él, H(t+1)=cómo reacciona el marido tras la charla. Al igual que con la anterior ecuación, cuanto más alto sea el número resultante más probabilidades hay de fracaso. 





 Así no es de extrañarnos que  un psicólogo estadounidense John Gottman, aplicando la segunda ley de la termodinámica al amor, se gane bien la vida  desde 2002 en una consultoría matrimonial en Seattle.




El matemático ruso Lev Pontryagin, fallecido en 1988, nunca imaginó que su teoría del control óptimo, alumbrada para solucionar un contratiempo con un avión de combate soviético, se emplearía para explicar por qué en España hay un divorcio cada 80 segundos. Pero el profesor José Manuel Rey, de la Universidad Complutense de Madrid, lo ha hecho. Y las matemáticas han hablado: "Tener una relación sentimental duradera y satisfactoria es imposible, salvo contadas excepciones".
Rey ha metido en una batidora la segunda ley de la termodinámica y las ecuaciones de Pontryagin para explicar la llamada paradoja del fracaso: muchas personas se casan enamoradas y se comprometen a vivir juntas para siempre, pero aun así su matrimonio es un naufragio.

Hace falta un sacrificio, evidentemente, pero ¿cómo tiene que ser este esfuerzo para apuntalar una relación para siempre? Su bello modelo teórico, plasmado en la revista científica PLoS ONE en una integral y una ecuación ininteligibles para cualquier persona ajena a las matemáticas, muestra "un mecanismo diabólico que hace que, aunque uno se case muy enamorado y diseñe muy bien su esfuerzo, sea muy fácil fracasar".
Al introducir variables como la sensación positiva que produce la relación amorosa y el coste del esfuerzo para mantener viva la llama, la máquina teórica de Pontryagin ha escupido tres conclusiones no tan obvias. La primera, según subraya Rey, es que de entre todas las maneras de esforzarse por sostener una relación, sólo hay una que funcionará, aunque la ecuación no dice cuál. En segundo lugar, el esfuerzo necesario siempre será mayor de lo esperado. Y, por último, es fundamental mantener el esfuerzo durante toda la vida para vencer a la inercia natural que, según muestran las ecuaciones de Rey, conduce de manera inexorable a la desidia dentro de la pareja.



Fórmulas que, si no nos valen para  explican nuestras emociones , sin duda entretienen y nos hacen olvidar éste, ya pasado, lunes triste.
( Te confieso mi particular secreto: en lugar de contar  multiplicados los defectos, hago un recuento maximizando las virtudes, así  obtengo una diferencia siempre positiva , y si ni  aún así : ! aplico un valor absoluto !. Siempre positivizando.)

http://en.wikipedia.org/wiki/Blue_Monday_%28date%29

Sobrepasamos enero,el tránsito al mes siguiente lo haremos leyendo las entradas de la  X Edición del Carnaval de Matemáticas albergado en esta edición en el blog: La Ciencia de la Mula Francis (o Francis (th)E mule Science’s,  News); edición en la que he participado con esta entrada.

2 comentarios:

  1. Efectivamente Arnal "cobró" por firmar ese trabajo en el que mezcla chrurras con merinas, sin normalizar.

    James D. Murray merece todos mis respetos y elogios como matemático. Su campo de investigación es Biología Matemática y es reconocido internacionalmente en este área, así que sus ecuaciones del matrimonio son "serias".
    Es coautor del libro "The mathematics of marriage" (http://www.amazon.com/Mathematics-Marriage-Dynamic-Nonlinear-Models/dp/0262072262) donde trata esas ecuaciones y unas cuantas más.

    Más explícito y sugerente, aunque no tanto como podríamos esperar a partir del título, es "Mathematics and sex", de Clio Cresswell (http://www.amazon.com/Mathematics-Sex-Clio-Cresswell/dp/1741141591)

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  2. La red nos proporciona "demasiada información" que no podemos siempre verificar, por tanto viene bien toda sugerencia.
    Respecto al libro de Cresswell, ya me había hecho eco en :

    http://viajeaitacaconmanoli.blogspot.com/2009/08/este-blog-trata-del-amor-los-libros-hay.html#comments

    Gracias

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