Un curso más me pregunto porque nuestros alumnos se quedan bloqueados con cualquier concepto que se trate en clase de Matemáticas, he leido con pavor cómo un alumno de 3º de la E.S.O. al enumerar los conceptos matemáticos que ha aprendido en sus muchos años escolares, describe la sensación de sentirse dentro de una cárcel de conceptos matemáticos; -espero José Antonio Campaña que este curso vueles con las alas que las Matemáticas te pueden proporcionar-.
Cada año aumentan los recursos, clases de acompañamiento por la tardes, refuerzos educativos, nuevas tecnologías-para las que manifiestan una rapidez y claridad asombrosa-, y sin embargo, cada año están más lejos de la comprensión y adquisición de herramientas básicas.
¿ Cómo es posible que los profesores nos veamos impotentes para desarrollar los temarios, qué diferencia estas generaciones de las de hace quince , veinte años, en los que se trabajaban conceptos abstractos , demostraciones teóricas desde primero de B.U.P. cuando ahora ni en segundo de bachillerato podemos aspirar a que entiendan la definición de límite?.
La clave está en el título de esta entrada: "No se domina lo que no se nomina: lenguaje y pensamiento" ( copiado de un interesante artículo de opinión de Guillermo A. Sánchez Prieto).
El poco dominio del lenguaje impiden el rigor que las Matemáticas requieren, así tampoco se adquiere un pensamiento claro y riguroso.
Y esto se extiende no solo a nuestros estudiantes sino también a nuestros dirigentes -lo que es más penoso- cuando confunden términos, usan expresiones equívocas y actúan fieles a sus pensamientos sin ningún atisbo de sensatez.
En la enseñanza de las Matemáticas, en nuestras clases tenemos el deber de enseñar a pensar, y para ello hemos de usar el lenguaje, sólo si los alumnos saben explicar los conceptos en voz alta, si pueden leer las Matemáticas, si son rigurosos en el uso del simbolismo matemático, adquirirán una destreza en su pensamiento que les llevará a la toma de iniciativas y a la creatividad , cualidades de las que la sociedad actual adolece hoy día, y que tan necesarias son.
Efectivamente. A menudo me encuentro con que, al llegar al Departamento, se pretende unificar la nomenclatura (que todos llamemos al suplemento, suplemento, y nada de complemento de régimen-¡ja, y menos con ese nombre!-). Y yo digo: ¿no es mejor que sepan que las "cosas" se pueden llamar de muy diversas maneras? Si lo hacen correctamente, que lo llamen como quieran. Pero, ¿a qué viene ese empeño en negarles la existencia de nuestro rico y abundante léxico?
ResponderEliminarSaludos y encantada de leerla
Los humanos nos nutrimos del intercambio de ideas con nuestros semejantes, por ello gracias por su comentario; efectivamente, lo dificil es conseguir que los alumnos sean autónomos en su trabajo, que hagan los ejercicios como quieran , mientras los expliquen, y para eso han de entenderlo y para eso necesitan fluidez en su pensamiento y para ello es imprescindible la riqueza en su lenguaje.
ResponderEliminarUn alumno que lee asiduamente, siempre será un buen estudiante de cualquier materia.
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ResponderEliminar"Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus"
ResponderEliminarUna vez me has puesto a pensar. Con esta frase Umberto Eco nos dice que las cosas dejan de existir y quedan solamente las palabras.
ResponderEliminarMuchas veces he pensado que aunque yo muriese pronto, mi blog siempre, ¿ siempre?, estará flotando en la red para quien por un casual se topase con él.
Magnífica entrevista a Umberto Eco en:
http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2006/08/26/u-01259241.htm
También puede aludir a un laberinto, ( ¿ el del conocimiento tal vez ?; la rosa es símbolo de logro absoluto, de finalidad y perfección,...
ResponderEliminarO tal vez te refieres a la belleza perdida del pasado...
ResponderEliminarCreo que necesito una aclaración.
No has querido dejar sin resolver el enigma. Has investigado con mucho acierto, pues finalmente todas las interpretaciones que das son válidas. Contesto porque me pides una aclaración pero temo no poder hacerlo más allá de lo que la frase lo hace, pues no todo se puede explicar con palabras.
ResponderEliminarShakespeare nos dice que la rosa sería rosa aunque tuviera otro nombre y Umberto nos dice que de la rosa nos queda finalmente la palabra. De esta manera tenemos a dos gigantes enfrentados. O quizás no digan cosas contradictorias.
Y ese pensamiento que tienes es clave : ¿Es tu blog la rosa que perdura o lo eres tú? ¿Ambas cosas quizás? .
Estamos debatiendo sobre la realidad misma.
Tengo un amigo, sin duda mi mejor amigo, cuya vida corría, hace no mucho, cierto peligro. Entonces pensó en su hijo. Aún era pequeño, pero él supuso que en caso de morir recordaría su esencia: aquel papá que veía alguna vez y que le daba mucho cariño, con quien reía, se lo pasaba bien y con quien había compartido un trocito de su vida. Pensó que a lo largo de la vida de este niño, él permanecería en forma de sentimientos que no podría ni siquiera expresar... esta es la rosa de la que nos habla Shakespeare.
Pero mi amigo se detuvo a pensar un poco más. Me explicó que cuando su padre murió recordadaba de forma clara muchas de las vivencias que tuvo con él, pero que al transcurrir el tiempo esas vivencias se iban difuminando y se transformaban en frases, imágenes mentales, fotos.... y que se había planteado que sin duda no había conocido realmente a su padre; que no sabía cual eran sus sentimientos con respecto a muchas cosas, que tampoco conocía lo que pensaba acerca de muchos temas, que ni siquiera sabía distinguir quien eran las personas que habían influido en su vida y si había sido o no feliz.
Este pensamiento le hizo tomar una decisión: en la última página de una agenda de teléfonos anotó la clave de entrada a su correo electrónico. Se reunió con unos familiares y les dijo que en caso de que algo le sucediera, aquel dato era importante para su hijo... pues allí estaba recogido como en una inmensa biblioteca epistolar , gran parte de lo que él pensaba, de lo que él sentía; estaban también la mayor parte de sus amigos, sus conocidos y cosas que sin duda ni él mismo recordaba pero que conformaban su vida. Esta es la rosa de la que nos habla Umberto Eco.
Hay también en el libro de Eco una inmensa biblioteca. Una biblioteca laberíntica donde está todo el saber recogido. Donde se guarda la palabra por encima de la esencia y de la propia vida. La Biblioteca la guarda el monje ciego, Jorge de Burgos. ¿Sabes quien es en la vida real?
Jorge de Burgos, en otro plano más real de de su existencia se preguntaba también continuamente por la realidad misma. Lo hacía en cada libro que escribía. En cada uno de ellos trataba de captar lo que es casi imposible captar con palabras. El infinito, el conocimiento, la existencia... Él conocía a la perfección tanto a Eco como a Shakespeare, pero creo que nunca supo cual de las dos rosas era más real. Un día leyó a un poeta llamado Coleridge, escribió un ensayo sobre él y finalmente nos demostró su sabia ignorancia sobre la esencia de la realidad:
“ Si un hombre atravesara el paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano … ¿ entonces qué?"
(Me di cuenta que debía intentar responder a la pregunta, que no era una mera pregunta filosófica sino que de ella dependía en gran parte nuestra felicidad. Y descubrí parte de la respuesta en un lugar llamado Brockwood.... hanc marginis exigitas non caperet.)
Nuestra consciencia no es realmente suyo o el mío, es la consciencia de la humanidad evolucionado, crecido, acumulado a través de muchos, muchos siglos ... cuando uno se da cuenta de esta nuestra responsabilidad se convierte en extraordinariamente importante.
ResponderEliminarJ. Krishnamurti
¡¡¡¡Bravooooooo Manoli!!!! Estoy impresionado y emocionado. Muchas gracias por nombrarlo. Yo no puedo hacerlo y ser objetivo al mismo tiempo.
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