lunes, 7 de diciembre de 2009

De la pasión por Las Matemáticas a los matemáticos apasionados II.

“Muero víctima de una coqueta infame y de sus dos encandilados”.

Era la despedida  que Évariste Galois  dejó  entre un valioso tesoro matemático  a su amigo Auguste Chevalier en unas cartas redactadas con la premura de disponer de una sola noche antes del duelo que, inevitablementer intuía,  le conduciría  a la muerte. Era la madrugada del 30 de mayo de 1832.
Unas semanas antes una mujer le escribía:

"Por favor, rompamos nuestras relaciones. No tengo ánimo para proseguir una correspondencia de esta naturaleza, aunque me esforzaré en reunir el suficiente para conversar contigo como lo hacía antes de que nada sucediera..."

 Stéphanie D

El nombre de esta coqueta  infame aparece frecuentemente en los margenes de los escritos de Galois; un gran matemático que con tan solo 21 años tuvo una vida tan corta e intensa que bien puede responder al título de esta entrada.



...“He hecho algunos descubrimientos. El primero concierne a la teoría de ecuaciones; los otros, a las funciones enteras. En teoría de ecuaciones he investigado las condiciones de solubilidad por medio de radicales; con ello he tenido ocasión de profundizar en esta teoría y describir todas las transformaciones posibles en una ecuación, aun cuando no sea posible resolverla por radicales. Todo ello puede verse aquí, en tres memorias… Haz petición pública a Jacobi o a Gauss para que den su opinión, no acerca de la veracidad, sino sobre la importancia de estos teoremas. Confío en que después algunos hombres encuentren de provecho organizar todo este embrollo”...


Galois  empezó a esbozar lo que más adelante se conocería con el nombre genérico de «teoría de Galois», analizando todas las permutaciones posibles de las raíces de una ecuación que cumplieran unas condiciones determinadas. Mediante dicho proceso, que en terminología actual equivale al de hallar el grupo de automorfismos de un cuerpo, sentó las bases de la moderna teoría de grupos, una de las ramas más importantes del álgebra.




Un libro  en el que  el escritor Pepe Monteserín pone en la voz  de  la madre de Galois la ambientación histórica de la Francia posnapoleónica y las revueltas políticas en las que Galois se vió inmerso.

Reproducción del testamento matemático de Galois:




Y este es el fotograma  de Galois, personaje que aparece recurrentemente en la película Nada es casualidad 3:19 de Dany Saadia cuya sipnosis es: ¿Qué tal si toda la vida sucede por mera casualidad? ¿Qué tal si no podemos escaparnos ni conquistar las leyes que rigen nuestra existencia? ¿Qué dicen el Génesis, Galois, Bauhaus y La Insoportable Levedad de Ser el uno al otro?. ¿Qué tal si el sudor de nuestra frente nos puede salvar del polvo al que inevitablemente volveremos?... ...

Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje, sólo la casualidad nos habla.

Película en:

1 comentario:

  1. Como siempre una entrada magnífica que me ha llenado de alegría.

    Siempre me ha parecido increible la hazaña matemática de Galois. Que un "niño" resuelva lo que grandes matemáticos no pudieron resolver, ya es llamativo, pero que cree una nueva matemática para resolverlo es una locura; máxime cuando esa matemática no se parece a nada conocido en su época. Es como si Wiles hubiera tenido que crear él mismo toda la teoría de las formas modulares para resolver el UTF.

    El hecho de que sus descubrimientos pudieran no haber visto nunca la luz, me hace pensar en cuanta gente de talento no ven cumplidas nunca sus expectativas, e incluso cuantas de ellas permanecen ocultas tras labores rutinarias, sin intentar nada siquiera. (¡Cuanta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas... ! )

    Gracias a tu enlace he visto la película "3:19 Nada es casualidad" con la que me he divertido muchísimo.

    El tema de las casualidades da para mucho, pero yo en este sentido soy de los "aguafiestas". Para mi las casualidades, por raras que sean, son eso mismo: casualidades. En el afán de creernos algo más de lo que somos tendemos a querer buscar lo que yo llamo "paraexplicaciones".

    A mi me gustaría que existiera algo realmente mágico, algo que nos trasciendiera, pero en lo que llevo de vida no lo he encontrado por ningún lado. Es una de las muchas cosas en las que estaría bien que estuviera totalmente equivocado. Sin embargo encuentro que hay cosas realmente maravillosas en este mundo límitado; las matemáticas y el amor (los temas de este post), son dos de estas maravillas. Encuentro la segunda más importante, pero sin duda mucho más peligrosa. ¡que se lo digan a Galois!


    Saludos.

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