QUERIDO VENENO MÍO
¡Querido veneno mío,
todo, todo en ti, la carne,
la profunda cabellera,
la Venus de tu garbeo
y la Psique de tu espíritu,
y el corazón que me entiende,
que parece responderme,
todo en ti, todo me quema,
me enloquece por unirme
a ese caudal de emoción!
Paul Valéry ( 1875-1945)
Descubro este poema, por casualidad, - ¿ siempre es así ?-. Me quedo aturdida,con estos poemas ocultos de amor, “tesoros ciertos que funden los cuerpos”...que Paul Valéry dejó antes de morir de amor por Jeanne Loviton.
Indago en su vida y descubro fascinada la relación del poeta con las Matemáticas,- !tenían que estar detrás de tanta pasión !- se me revela un poeta simbolista, tal vez el más cerebral del s. XX que tras una crisis de creatividad-que le llevó a pensar que no estaba a la altura de Rimbaud o Mallarmé y a abandonar temporalmente la poesía-se dedica a estudiar Matematicas y Filosofía como una búsqueda del sentido de la vida.
De la vida, y por tanto de la muerte, pues en su obra "El cementerio marino" subyace la misma resignación a la muerte que he descubierto en las Meditaciones del emperador romano Marco Aurelio y que actualmente estoy leyendo,-¿ más casualidades?.-. En esta ocasión el mar como testigo de la vida y de la muerte; como una paradoja: Valéry se basa en las paradojas de Zenón de Elea, con el ejemplo de la tortuga que puede ganar la carrera a Aquiles, si el héroe griego se duerme en el trayecto.
El título de la obra responde a un cementerio marino real en Sète ( Francia): en el panteón de Séte yacen los cuerpos de Paul Valéry y de sus padres.
Esta obra en un principio denota cierto amor y añoranza por la pasividad y tranquilidad de la tumba, pero acaba concluyendo:
''El viento sopla!... Deberíamos tratar de vivir!''.
Las siguientes citas impregnadas de belleza y sensibilidad hablan por sí mismas de la pasión matemática de Paul Valéry:
( me encantan estos despachos con libros amontonados a tu alrededor ...)
Hacer matemáticas –es decir, hacer visible y tangible todo el trabajo propio de la mente sobre un problema dado-…es totalmente embriagador.
La imaginación es siempre extrañamente tímida. Son los matemáticos quienes más lejos han llegado.
Hay quienes oponen la geometría a la poesía En lo que a mí respecta, cuando la poesía languidece, con gusto hago geometría, y a menudo veo reaparecer la poesía por reacción natural contra un abuso de geometría.
- Los tres mejores ejercicios – los únicos quizá para la inteligencia, son: hacer versos, cultivar las matemáticas, y el dibujo.
Más sobre la obra de este poeta:
En el blog de Claudio Escobar:
ResponderEliminarhttp://matematicas-maravillosas.blogspot.com/2009/12/pasion-por-las-matematicas-pasion-por.html
aparece una referencia a esta entrada, aunque le quita el mérito a su autor Paul Valèry al no mencionarlo; esta sociedad de las prisas nos lleva a olvidarnos de detalles que a veces son los más importantes.
Puesto que Agustín me recomienda la lectura de:
La libertad del espíritu de Paul Valèry , tras su lectura, paso el testigo y también la recomiendo.