Pues sí, después de escuchar la siguiente noticia:
" El juzgado de lo Contencioso Administrativo 5 de Sevilla celebrará hoy un juicio por la multa impuesta a un policía nacional, que fue sancionado por la Guardia Civil por conducir sin el cinturón de seguridad de su coche cuando perseguía a unos delincuentes."
Me imagino a este policía desafiando las renombradas leyes de la física que rigen la fórmula que relaciona la velocidad , el tiempo y el espacio, y, como en la no menos célebre Paradoja de Aquiles y la Tortuga, alcanzando al delincuente cual tortuga el policía y un veloz Aquiles el delincuente; eso sí, sería preciso despreciar el tiempo que éste necesitaría para quitarse el cinturón de seguridad; al fín y al cabo ese tiempo empleado podría emularse a un infinitesimo y, el espacio recorrido podría ser considerado prolongado irremediablemente ya que el movimiento es pura ilusión como así se deduce de la Paradoja de Zenón:
«Si Aquiles quiere alcanzar a una tortuga que huye de él, deberá primero llegar a donde la tortuga se hallaba cuando Aquiles inició su marcha; pero para entonces la tortuga estará en una nueva posición, que también deberá ser alcanzada por Aquiles antes de atrapar a la tortuga. Como esto se repite una y otra vez, sin fin, Aquiles no llegará a alcanzar a la tortuga.»
Lo que le permitiría además usar la velocidad de crucero de su automóvil -para no rebasar en ningún momento de la persecución el límite establecido-.
Cosas que pasan en Andalucía.
“De cualquier modo, el concepto de infinito no es infinito.”
Aristóteles, Metafísica 994b, 28
Más sobre esta conocida paradoja:
Manoli, ¿la paradoja de Aquiles y la tortuga está resuelta o no? Yo hace unos años leí un artículo en Investigación y Ciencia en que se trataba de dar una demostración lógica de en qué fallaba el razonamiento de Zenón, pero no me enteré y no sé si es una demostración definitiva. Creo haber leído por ahí que todavía no se ha encontrado el fallo de Zenón.
ResponderEliminarObviamente ha de tener una explicación apoyada por el calculo infinitesimal, que no existía en el s. V a. C. y es que una suma de infinitos términos puede dar un nº finito. Este es para mí un momento especial, cuando les presento a los alumnos el infinito por primera vez en 4º de e.s.o. en las progresiones geométricas.
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