sábado, 7 de enero de 2012

Si aprendiesemos a observar la Naturaleza... .... Un paseo etnomatemático.

Esta Navidad, Aidan Dwyer vuelve a ser noticia,  ha montado un árbol de más de dos metros adornado con paneles solares y pintado de verde. Después de haberle detectado un error en sus cálculos: había registrado el voltaje, cuando tenía que haber calculado la potencia eléctrica, ha usado este nuevo modelo para recalcular y confirmar su hipótesis.

http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203513604577143380308204766.html?mod=WSJS_inicio_LeftWhatsNews#articleTabs%3Darticle 

 



La Noticia: "Un niño de 13 años puede revolucionar la energía solar.
El adolescente ha aplicado un famoso modelo matemático del siglo XIII y se ha inspirado en la disposición de las hojas de los árboles para cambiar la orientación de las células fotovoltaicas
El niño Aidan Dwyer ha conseguido aumentar hasta en un 50% el redimiento de las células fotovoltaicas"
( recomiendo traducir este  segundo enlace con las impresiones  y pasos que fue dando  Aidan sobre el desarrollo del proceso.)
Casualmente hace un par de días una amiga artista me comentaba que ..." tanto el arte como las matematicas, geometría etc no son más que una pequeña devolución que le hacemos a la naturaleza al aprender a observarla"...; Fibonacci ya aportó su homenaje al describir cómo aparecía la sucesión que lleva su nombre en la Naturaleza.

           Luego, después de un viaje a  esa Galicia que tanta huella deja cuando la visitas,  me encuentro  una noticia: " Un conjunto histórico-etnográfico formado por 67 molinos hidráulicos que fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia en 1998";  son los 'muiños' (molinos) de Folón y Picón  cuyo atractivo radica en  que fueron construidos dispuestos en forma de escalera o cascada para aprovechar el paso del agua y aumentar su fuerza motriz. Un nuevo ejemplo de respeto a la Naturaleza y uso de la Matemática para un uso eficiente de los recursos naturales, como una escuela judía de Berlín  diseñada imitando al girasol en su búsqueda del sol por el arquitecto judío Zvi Hecker y de la que  ya hablé en  esta entrada:

http://viajeaitacaconmanoli.blogspot.com/2009/05/por-unos-institutos-bellos-y.html

2 comentarios:

  1. Nicolas Rodriguez Lopez ha comentado tu enlace.
    Nicolas ha escrito: "No me lo creo. Es más, niego la mayor. Eso de que la disposición de las hojas de los árboles, sea la idónea para aprovechar al máximo la energía procedente de la luz solar, está por ver. De hecho, cada especie vegetal tiene su forma característica de distribuir las ramas y las hojas. Por otro lado, el tema de la orientación de los paneles fotovoltáicos está muy estudiado y la cantidad de radiacón recibida es máxima cuando el ángulo que forman los rayos solares con la superficie del panel se aproxime a 90º. Como la inclinación de los rayos solares varía a lo largo del día, lo ideal sería que los paneles girasen también, procurando que el ángulo siempre fuera máximo. Pero esto no es nuevo y ya exiten los paneles giratorios. En cualquier caso mi felicitación al chaval y a la persona a la que se le ocurrió montar esta historia."

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  2. Pues sí, el atractivo de la noticia radica en la divulgación de las Matemáticas y en la motivación de los adolescentes, es interesante seguir el desarrollo del proceso en su web; la utilidad es secundaria.

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